Historia

Historia

La historia de Hoyos estuvo relacionada con antiguos asentamientos romanos, árabes... pero lo que mas se reconoce es la etapa de la Reconquista, cuando el territorio de Hoyos sería incorporado al Reino de León. A comienzos de siglo XIX sufrio la localidad, las consecuencias de la Guerra de la Independencia, al ser el Puerto de Perales paso obligado de las tropas francesas. El anciano Obispo de Coria don Juan Álvarez de Castro, que recomendaba mediante la publicación de sus pastorales la unión del pueblo y la sumisión a las Juntas, fue perseguido por los invasores hasta asesinarlo el 29 de agosto de 1809 en su casa de Hoyos. Desde el año 1840 fue la villa de Hoyos cabeza del amplio partido judicial que llegó a comprender dieciocho entidades de población. Debido a que Hoyos fue lugar elegido por cierta nobleza y por los obispos de Coria como lugar de residencia veraniega, el casco histórico presenta un importante interés artistico. Recomendamos al viajero un recorrido por sus antiguas calles que exhalan la prestancia propia de los pueblos que han vivido intensamente la historia. En este recorrido, a cada momento, encontramos la sorpresa de un bello rincón: un escudo que timbra un alto portalón de medio punto, una sugerente ventana de estilo gótico-renacentista, molduraciones ornamentales, una casa palaciega, más ventanas, más escudos, una fuente, un crucero... El casco histórico se dispone en el entorno de la Iglesia del Buen Varón, que enmarca tres grandes plazas: la de la Constitución, la Mayor y la de Gabriel y Galán o "el Coso" -antigua plaza de toros-. La Plaza Mayor es un amplio espacio abierto ante la fachada de poniente del templo, con su portal románico. En este recinto se alza el ayuntamieno, de noble prestancia. De la plaza salen las dos calles más relevantes, dirección norte, la calles Obispo Álvares de Castro, donde encontramos una mezcla de casas típicas populares junto a unas notables casonas de piedra sillar adornadas con estupendas ventanas geminadas decoradas con adornos florales; y dirección sur, la antigua Calle Real, que constituye la entrada meridional al pueblo que se alarga hasta el Barrio del Escobar, la ermita del Cristo Bendito, pasando por las ruinas del Convento Franciscano del Espíritu Santo cuyo fundador, hijo de Hoyos, llamado Pablo Peréz, acompaño a Pizarro en la conquista de América, junto a otros tantos "soyanos" como Marcos Veas.

Documentos